Junio,
2013
No se
llama así este cortijo, pero la verdad es que cuando me encuentro con Antonio
-el cabrero que vive muy cerca de mi- nunca me acuerdo de preguntarle como se
llama su cortijo que hace años abandonaron.
Este se
encuentra en el corazón de los llamados Pechos de Cártama, en la localidad
malagueña homónima.
Al
parecer cuando se deterioró el carril de acceso a la casa decidieron su familia
trasladarse con su ganado un poco más abajo, más cerca de la población y así
ganar en algo mas de comodidad, si cabe decir la palabra comodidad, pues esta
familia antes de amanecer, a eso de las seis de la mañana ya están pegados en
la faena, preparando y separando el ganado que se llevará un hermano a la
sierra para que pasten y el resto (las madres con sus crías) dejarlas cerca de
la casa donde tienen instalado el corral. Luego a eso de las once o más tarde
lo veo bajar por otro carril con la faena casi terminada porque según dice
Antonio “esto es una jartura y no sacaba
nunca”.
Lo de comodidad
viene también a que ahora disponen de luz eléctrica y agua corriente, cosa que
antes no tenían.
Bueno en
este artículo muestro algunas fotos del susodicho cortijo abandonado, pero
tengo en mente hablar con ellos y estar un día completo para intentar capturar
lo que es un día de trabajo completo.
Esto se llama Lagar de Berlanga. Precioso lugar por cierto.
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